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¿Sientes que usar una olla exprés ya es para expertas? Pues conviértete en una, lo único que te lo impide es el miedo. 

Sí, una olla exprés conlleva riesgos, pero sus beneficios te harán la vida más fácil.

Con una olla exprés puedes preparar esos frijolitos que tanto te recuerdan a tu mamá, cocer carne, papas, hacer flanes... 

Aprender a usar una olla exprés es más sencillo de lo que te imaginas y te permite ahorrar dinero porque acorta el tiempo de cocción y ahorras gas, lo único que debes de tener en cuenta es esto: 

Desde mi punto de vista, entre más sencilla sea tu olla, mejor es, pero para gustos los colores. 

En este país solemos saltarnos este paso, pero, por favor, lee las instrucciones. 

Familiarízate con la olla, con el seguro, el pivote por donde sale el vapor, revisa cómo están colocadas las gomas. Te recomiendo que le tomes una foto para que cuando la vayas a utilizar quede igual. 

Mira esta infografía que me encontré: 

Una goma fuera de lugar, el pivote salido, el seguro sin cerrar pueden ser focos de peligro. 

Coloca tus alimentos en la olla y después cúbrelos con agua. Este paso es importante porque si pones primero el agua y luego los alimentos y te pasas de líquido, puede chorrearse la olla. 

Algunas ollas tienen marcas, pero otras no, así que toma en cuenta ese paso anterior. Eso sí, el agua nunca debe llegar hasta el tope de la olla. 

Revisa que la goma que rodea la olla y la que está en la válvula por donde sale el vapor estén bien colocadas y en buen estado. Si no están así, mejor evítate un gran susto. No deben estar secas, ni cuarteadas ni rotas. 

En cuanto al regulador de presión (donde colocas el tapón) debe estar libre y sin ninguna obstrucción. Si hay algo tapando esta salida de vapor puede ser MUY peligroso. Límpialo antes de usarla para que no haya nada que impida el paso del vapor. 

Algunas ollas exprés o de presión tienen que hacer "clic" al cerrar. Si no lo escuchas o no "sientes" que se ha cerrado bien, vuelve a comenzar. Es importante que la olla se encuentre completamente cerrada y con el mango bien alineado. 

En algunas ollas antiguas, debes colocar el tapón, que vendría siendo tu seguro de vida, porque por ahí saldrá un silbido que te indicará que debes bajar el fuego.

Puedes colocar la olla a fuego alto, poco a poco irá guardando vapor, por lo que la presión irá creciendo. Cuando empiece a hacer un ruido constante, es momento de bajar el fuego. Algunas ollas son silenciosas y solo sacan vapor por la válvula, por lo que debes revisar la temperatura. 

Las ollas más nuevas tienen un indicador de presión, así que sigue las instrucciones. 

Ojo: La idea es que la olla exprés no emita un silbido (que es lo que te avisará que la presión está excediendo la capacidad de la olla). Reduce el fuego de forma que no vuelva a emitir el sonido pero siga cocinando los alimentos. 

Paso que sí o sí debes seguir si eres principiante (o muy olvidadiza, como yo). 

Cuando tus alimentos estén listos, debes apagar la olla y NO abrirla. Déjala que siga cocinando con el calor del vapor guardado. Deja entonces que la presión se libere sola, por lo general de 15 a 20 minutos) y ahora sí ábrela. 

Si tienes mucha prisa, mueve el tapón (que tienen algunas ollas antiguas) para que poco a poco salga el vapor. Esto ya es nivel más experto, porque el vapor que sale y el sonido te pueden espantar. NO lo quites de golpe, es poco a poco hasta que el seguro se libere y puedas abrir tu olla exprés con seguridad. 

Algunas personas ponen la olla bajo el chorro de agua fría, pero desaconsejo este método por la peligrosidad que conlleva. 

Retira con cuidado la tapa de la olla exprés para que el agua hirviendo no te queme. 

Espero que esta información te haya servido y disfruta cocinando con tu olla exprés.