La importancia de llevar tapones en las ruedas del coche | El Norte de Castilla

2022-09-09 22:09:42 By : Mr. Jason Xie

Tapón de metal en una rueda de un vehículo. / fotolia

No son decorativos. Llevar los tapones en la ruedas del vehículo es muy importante para evitar imprevistos. Algunos conductores no los sustituyen o los retiran porque consideran que son molestos a la hora de comprobar la presión de los neumáticos. Los ven como piezas innecesarias. Nada más lejos de la realidad. Se trata de un componente del vehículo que los conductores tienden a infravalorar pero que tiene dos funciones concretas.

Por un lado, los tapones son una segunda vía de sellado que puede evitar la pérdida de presión en los neumáticos si falla la válvula de inflado. En algunas ocasiones, las válvulas no tienen un sellado perfecto y circulamos con pequeñas fugas del aire. Cuando viajamos a alta velocidad se eleva la presión y la temperatura y la pérdida del aire puede ser mayor. Es en este momento en el que llevar los tapones cobran importancia. Si está correctamente apretado puede evitar que el aire se escape y así mantener la presión correcta del coche.

Los tapones tienen una segunda función, la de evitar que entre suciedad que podría deteriorar la válvula. Llevar tapones mantiene la suciedad de la carretera alejado de la apertura de la válvula del coche y garantiza que la válvula esté despejada. Así, evitamos además que la porquería penetre y se adhierse a la goma produciendo pinchazos.

Por ese motivo, si comprobar la presión de los neumáticos es algo que hay que hacer habitualmente –más en épocas de vacaciones cuando se va a hacer un viaje largo– cerciorarse de que las ruedas tienen los cuatro tapones es también importante. Si no lo hacemos, estaríamos perjudicando tanto la válvula como el neumático en sí.

La mejor manera de conocer la 'salud' de los tapones es tocarlos para comprobar que se encuentran en la posición correcta. Si no es así, lo mejor es tirarlos a la basura y adquirir unos nuevos.

Los tapones son recambios baratos -menos de un euro por unidad- y no vale la pena escatimar en ellos. Hace años era común ver tapones de metal, de colores, incluso brillantes. Se creía que además de tener una función decorativa y eran mejores. No obstante, con los años la mayoría de los usuarios han vuelto al plástico.

Los tapones de metal también han caído en desuso con la aparición de los sistemas de control de presión de los neumáticos (TPMS). Las válvulas de los vehículos que cuentan con este sistema necesitan llevar tapones de plástico o niquelados. La corrosión que pueden llegar a sufrir los tapones de metal puede hacer que se rompa a válvula con el TPMS. Y la avería puede salir muy cara al tener que cambiar sensores y válvulas.