Los sistemas de supresión de incendio son aplicaciones que requieren de un amplio conocimiento técnico, además de las normas basadas en estándares internacionales o locales. Están diseñados para salvar vidas humanas y la propiedad ante situaciones de incendio. En esta nota veremos los aspectos más relevantes en dichos sistemas.

En notas anteriores nos enfocamos en definir algunos conceptos básicos sobre  los sistemas de supresión, vimos las aplicaciones más usadas en espacios reducidos y definimos los conceptos básicos para los sistemas de extinción con Co2.

Ahora nos enfocaremos en la generalidad sobre los demás tipos de sistemas de supresión en donde veremos:

Si bien las implementaciones de extinción de incendios en edificios o espacios amplios puede ser costosa, recordemos que en primera instancia los sistemas de supresión están para salvar vidas y la propiedad así que no se puede pensar en anteponer el costo sobre el objetivo del sistema. 

Además de lo anterior y de acuerdo a la normatividad vigente de estándares internacionales como NFPA (Norteamérica), UNE EN (Europa), están las normatividades locales según país o región que indican las exigencias en cuanto a la implementación de sistemas de extinción según el tipo de construcción, concentración de personas, niveles de riesgo, etc. 

El cumplir con la norma e incorporar sistemas de extinción según aplique puede ayudar a aliviar los costos de inversión mediante un valor menor de primas de seguros que las compañías aseguradoras consideran como medidas válidas y confiables para mitigar el riesgo. 

Finalmente, salvaguardar la información de un archivo, la información digital en un data center en fin,  en los puntos críticos para garantizar la continuidad de las operaciones o del negocio puede ser más importe y considerados de alto valor en la mayoría de los casos, que el  costo de la implementación de una solución de supresión de incendio. 

Son varios los sistemas que dependiendo del sitio de instalación y nivel de riesgo pueden aplicar para la supresión efectiva de incendio, estos son:

Rociador automático. Fuente: tusocal.com

Se conforman por una red de tuberías especiales que pueden funcionar a alta presión, involucran al menos una fuente de agua para alimentar uno o varios sistemas. La especificación en cuanto tipo y cantidad de rociadores se  depende  del tamaño del edificio o construcción a cubrir teniendo en cuenta los cálculos hidráulicos, la selección de los rociadores está determinada por los rangos de temperatura que se pueden encontrar en el sitio de aplicación.

Los componentes más importantes en los sistemas de extinción con rociadores son:

Hay varios tipos de estos sistemas según las necesidades de implementación:

Este tipo de sistema, es ampliamente usado y a la vez es el más simple, son confiables, requieren menos mantenimiento y de hacerse según lo recomendado por el fabricante son económicos de mantener.

Este tipo de sistemas se utilizan en aplicaciones con riesgo de incendio en donde hay muy bajas temperaturas evitando el congelamiento de agua o al contrario en condiciones de muy alta temperatura donde puede haber  condensación 

Este tipo de aplicaciones se implementan en sitios o áreas en donde la descarga de agua accidental puede representar un daño importante a la propiedad o los elementos que se pueden ver afectados con el agua como librerías, archivos, museos, almacenamiento de medicamentos, etc. 

Este sistema hace que los equipos que generan la presión de agua deban tener  más potencia de caudal para que el sistema sea efectivo, por lo que pueden ser más costosos que las versiones anteriores y no es muy usado en aplicaciones de grandes áreas o de alto recorrido vertical. 

Sistema de supresión por agente limpio. Fuente: prinkpoint.co

Como lo anotamos los sistema de supresión con rociadores son soluciones eficientes para la protección de vidas humanas y de la propiedad en caso de  incendio, sin embargo en muchas aplicaciones se requiere el mismo nivel de protección, pero que sistemas sensibles o de alto valor como equipos de cómputo, servidores, sistemas de regulación y respaldo de energía etc., no se dañen con el agua y para estos casos los agentes limpios son una mejor solución, ya que estos tienen la capacidad de extinguir el fuego sin causar daño a los equipos o elementos que estén el área de riesgo. 

Los agentes limpios son supresores de incendio que generalmente se presentan como sustancias en estado gaseoso, que tiene dos características importantes: no son conductores de electricidad y al evaporarse no dejan residuos. Así los objetos y equipos sensibles no sufren daño en el proceso de extinción. 

En general se consideran dos tipos de agentes limpios:

En cuanto al Co2 se puede considerar un agente limpio, pero formalmente y de hecho la NFPA no lo clasifica como tal. Dado los riesgos y peligros de su uso en espacios con afluencia de personas. 

Los halocarbonados contienen uno o la combinación de varios elementos primarios más compuestos orgánicos, estos elementos pueden ser bromo, cloro, yodo o  flúor. 

Los más comunes son:

El principio de supresión de los halocarbonados consiste en la combinación de procesos químicos y físicos que interrumpen la reacción química de la cadena del fuego. Además estos elementos también contribuyen a la reducción del calor producido por el fuego, reduciendo la temperatura del conato hasta los niveles necesarios de modo que las llamas no pueden mantener la combustión 

Estos gases extinguen el fuego al reducir la concentración de oxígeno y la temperatura de las llamas a niveles muy bajos como para que se siga produciendo el fuego. 

En cuanto a su eficacia no es tan alta como el agente halocarbonado, por lo que en iguales condiciones de área a proteger se requiere mayor volumen de gas inerte para suprimir el incendio. 

En este tipo de sistemas tenemos dos procesos para la supresión de incendio, iniciación y activación. 

Cuando se produce el incendio estos sistemas se activan mediante un panel de control (Certificado) que detecta el incendio mediante detección automática, generalmente este panel de control se conoce como panel de control o liberación de supresión. 

También es posible generar la liberación o activación del sistema de forma manual por medio de estaciones manuales de emergencia. 

Generalmente estos sistemas trabajan en secuencia es decir; cuando se detecta el incendio antes de producirse la liberación de agente extintor hay un retardo previamente programado para que sea posible la evacuación de personas, en este punto se activan las sirenas de notificación o dado el caso un sistema de audio-evacuación. 

Una vez este paso se completa el sistema genera  la liberación del gas contenido en los cilindros por medio de una señal eléctrica que activa las válvulas solenoides en los cilindros contenedores del gas, permitiendo que este fluya por las tuberías hasta las boquillas de descarga que están en el sitio protegido, inundando el sitio y sofocando el fuego.  

Para evitar descargas no necesarias o accidentales por una mal procedimiento de mantenimiento o falsas alarmas el sistema deberá contar con botones de paro de emergencia o aborto que se puedan activar durante la etapa de notificación, previo a la descarga. 

Estas soluciones son altamente efectivas, pero el costo de estas soluciones pueden ser mayor que en el caso de los sistemas con rociadores, en parte también dependerá del tamaños de la implementación 

Los sitios de aplicaciones comunes para este tipo de sistemas son: centros de cómputo, almacenamiento de archivos, bóvedas, subestaciones de energía y bancos de baterías, calderas, plantas diesel, etc.    

Descarga de un sistema de supresión con espuma de alta expansión. Fuente: stsoluciones.pe

En este tipo de sistemas se busca incrementar la eficiencia de los sistemas con rociadores por medio de agua como agente extintor, empleado una mezcla de aire, agua y un concentrado de espuma, también conocido como espumógeno, que al igual que en los otros sistemas se descarga sobre el área protegida. 

Estos sistemas se usan especialmente en áreas con riesgo de incendio por almacenamiento de líquidos inflamables o sólidos susceptibles a alta combustión. 

La espuma que se genera de este tipo de soluciones puede sofocar el incendio por medio de una rápida ocupación del volumen del espacio en donde se aplican, siempre y cuando se empleen los mecanismos de diluvio que de acuerdo a cálculos rigurosos de presión y caudal se deban implementar, tal como ocurre con los sistemas de rociadores y agentes limpios. 

Así como debe haber una fuente o depósito de agua para los sistemas de rociadores, también deben disponerse de contenedores especiales para el agente espumógeno. Las proporciones de agua y espuma en la mezcla están dadas por cálculos que se deben hacer desde el diseño y puede variar dependiendo del tipo de riesgo a mitigar y la normatividad aplicada. 

En el proceso de activación, la mezcla o solución agua-espumógeno viaja por la red de tuberías hasta los elementos de descarga en donde se mezclan con el aire para formar la espuma que inundará el sitio protegido.   

La solución o espuma actúa directamente sobre el líquido combustible y el oxígeno impidiendo que los vapores altamente volátiles se inflamen, y así como los agentes halocarbonados, la espuma también hace que la temperatura de la combustión disminuya, reduciendo de manera rápida la propagación del incendio y evitando que repentinamente se vuelva a generar. 

Los espumógeneos se pueden catalogar según su capacidad de expansión, por lo que hay una “relación de expansión” y está dada por el volumen y densidad de la espuma producida por la cantidad de la mezcla contenida o almacenada.

Por ejemplo,  cuando la capacidad de un sistema de supresión de espuma contiene 200 litros de agua más el espumógeno y produce  2000 litros de espuma útil para la descarga, la relación de expansión es 2000/200 = 20.

Cuanto mayor cantidad de aire haga parte de la solución mayor será la relación de expansión obtenida. 

Se puede catalogar en tres las soluciones de espuma según su expansión: 

Baja Expansión: tienen una relación de expansión típica de 1:20  se usa principalmente para incendios ocasionados por combustibles fósiles, como en refinerías, contenedores de combustible, aeropuertos, buques de gran calado. 

Media expansión: tienen una relación de expansión típica entre 1:20 y 1:200 se usa principalmente para pequeñas superficies como almacenamiento de solventes, derrames leves de productos químicos peligrosos y combustibles. 

Alta expansión: tienen una relación de expansión típica mayor a 1:200 se usa principalmente para prevenir incendio con elementos sólidos como madera, papel, telas, productos agroindustriales, almacenados en grandes áreas cerradas como bodegas, almacenes de materias primas, salas de máquinas en centrales eléctricas, etc., con estos sistemas se pretende inundar altos volúmenes de espacio en tiempo reducido. 

Como ya lo hemos visto son varias las opciones, los sistemas de supresión de incendio son todo un mundo de posibilidades, pero que requieren alta ingeniería, análisis de riesgo, estudio constante y seguimiento de normas. Finalmente se trata de vidas humanas primordialmente y también protección de propiedad. Acompañar al usuario final con conocimiento profesionalismo harán la diferencia en este tipo de proyectos.

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